- Daniel Ortiz, miembro de la Junta directiva de Respon.cat y director de Relaciones Institucionales y Comunicación del Institut Cerdá, reflexiona sobre el Informe Oxfam que pone de manifiesto el extraordinario nivel de desigualdad alcanzado a escala global
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- La desigualdad en el mundo es un tema cada vez más alarmante y desde Respon.cat se trabaja bajo el Focus de la RSE de la Cohesión social.
Daniel Ortiz reflexiona en un artículo publicado recientemente en la Vanguardia sobre la desiguadad en el mundo y el preocupante informe que ha hecho público Oxfam. Desde Respon.cat se muestra una gran sensibilidad hacia este tema y es por ello que se trabaja bajo uno de los ocho Focus de la RSE, la cohesión social, para disminuir las diferencias socio económicas que concentran toda la riqueza del planeta en tan sólo un 1% de la población.
La desigualdad, el mayor riesgo
El informe de Oxfam -Una economía al servicio del 1% - ha puesto de manifiesto, con datos de Credit Suisse, el extraordinario nivel de desigualdad alcanzado a escala global: el 1% más rico de la población mundial tiene más riqueza que el 99% restante de habitantes del planeta. O, visto de otra manera, 62 personas tienen la misma riqueza que 3.600 millones. Y nada permite pensar que esta tendencia a la concentración de la riqueza tenga que disminuir en los próximos años.
También en España las diferencias socio económicas han crecido y se han consolidado como una gran amenaza, al margen del Gobierno o la coyuntura económica. El segundo Informe sobre la desigualdad en España elaborado por la Fundación Alternativas, subraya, además, que "las políticas públicas han perdido en las dos últimas décadas una parte importante de la capacidad redistributiva", sea por las crecientes limitaciones del sistema tributario o por los severos recortes de las prestaciones sociales.
Finalmente, el pleno extraordinario sobre la pobreza celebrado a principios de marzo en el Parlamento de Cataluña refleja con claridad las raíces estructurales del problema. Pese a que el Gobierno destina actualmente el porcentaje presupuestario más grande de la historia en partidas sociales, un 71%, es incapaz de poner fin a la transmisión intergeneracional de la desigualdad de oportunidades.
La lucha contra la pobreza es extraordinariamente compleja y no admite plantea mentes simplistas, ni populistas. No hay atajos. Pero los expertos coinciden en subrayar tres elementos clave. Primero, hay que aumentar la equidad y la igualdad de oportunidades en la fase predistributiva, es decir, antes de que aparezca y se cronifique la pobreza. Segundo, la lucha contra la desigualdad es tarea de todos: gobiernos, empresas y sociedad civil, y sólo mediante estrategias colaborativas será posible alcanzar resultados significativos. Y tercero, es urgente una reflexión crítica sobre lo que la economía social de mercado ha denominado ordenación económica", es decir, el marco estructural, que genera y permite que se consoliden las grandes desigualdades.
Los niveles de cohesión social, prosperidad económica y legitimidad de la democracia, dependen directamente del nivel de pobreza y la desigualdad social. Este es, a la vez, nuestro principal desafío y nuestro riesgo.