Debate sobre la comunidad como stakeholder en el Foro directivo de Respon.cat con Lozano y la presentación del proyecto Focus

Josep Maria Lozano, investigador y profesor de ESADE

• Disponer de una agenda de la RSE local, con los focos identificados, permite invitar a las empresas que operan en el territorio a integrarlos en su RSE.
• Una empresa primero debe cumplir con las responsabilidades inherentes a su actividad, pero a continuación debe hacerse suyos los retos que afectan a la comunidad.
• La agenda común puede proveer un marco más objetivo ante la presión de muchos stakeholders que ponen en juego su poder, legitimidad y urgencia

Ayer lunes tuvo lugar una nueva sesión del Foro directivo de Respon.cat, esta vez para abordar un proyecto sobre los focos de la RSE en Cataluña. Para aportar un marco de reflexión sobre la relación empresa – sociedad, se contó con una ponencia a cargo del invitado para la ocasión, el profesor Josep María Lozano.

Lozano reflexionó sobre la comunidad como stakeholder: “Profundizar en la prioridad del compromiso con la comunidad”. Previamente, Josep Maria Canyelles, coordinador de Respon.cat, presentó el proyecto Focus, que se inició durante el año pasado, y que pretende identificar y promover aquellos aspectos de la RSE que tienen una relevancia para la comunidad local.

Daniel Ortiz, miembro de la Junta directiva de Respon.cat y director de Relaciones Institucionales y Comunicación del Institut Cerdà

El proyecto Focus, que fue descrito por Ortiz como pionero, fue presentado como fruto de una necesidad de articular la voz de un stakeholder que no tiene una única voz para que la comunidad es un grupo de interés (GdI) complejo, que aglutina a muchos otros GdI. De ahí la dificultad para la empresa de interpretar qué puede hacer que corresponda a una demanda de la sociedad donde la empresa opera. Canyelles remarcó que una empresa primero debe cumplir con sus responsabilidades primarias, las inherentes a su actividad, pero a continuación tiene el desafío de comprender y hacerse suyos los retos que afectan a la comunidad. A menudo se sitúa la comunidad dentro de las responsabilidades terciarias, aquellas con las que la empresa no tiene ningún vínculo directo, y en la medida que damos voz a la comunidad a partir de un proceso de consenso y priorización, podemos bajar la comunidad hacia un GdI secundario, es decir, más estrechamente relacionado con la empresa, sintiéndonos más involucrados mutuamente con sus inquietudes y retos y con la conciencia de mayor necesidad de dar respuesta.

Josep Maria Canyelles, coordinador de Respon.cat

Canyelles indicó que disponer de una agenda de la RSE local, con los focos identificados, permite invitar a las empresas que operan en el territorio a integrar estas materias dentro de su RSE, al tiempo que podemos invitar a los agentes promotores de la RSE para identificar buenas prácticas ya elaborar guías para permitan que el mensaje al tejido empresarial vaya acompañado de herramientas que faciliten la comprensión empresarial.

Lozano cuestionó algunos tópicos sobre los GdI. Por ejemplo, indicó que la pregunta no es cuáles son los GdI sino como los vemos, es decir, qué gafas nos ponemos para verlos. O también que la primera pregunta que nos debemos hacer no debe ser ¿qué debo hacer yo para mis GdI sino qué impacto tiene lo que ya haya. A veces, incluso hay un impacto sin un actor claramente identificado, un actor que no puede reaccionar, como las generaciones futuras.

El profesor también hizo mención de los tres sentidos del concepto stakeholder o GdI: descriptivo (que son mis GdI), instrumental (sin ninguna conexión con la RSC, meramente de estrategia corporativa pero no relacionada) y normativo (que me prescribe como me habría de comportarse). Y también indicó que podemos ver los GdI como una red alrededor de la empresa (ptolemaico) pero también viendo la empresa integrada en una red más amplia en la que la empresa es a su vez un GdI más (copernicano).

Lozano propuso que había que transitar de gestionar relaciones a construir relaciones, qué interrelaciones (y con quién) quiero tener yo. Y por tanto, la pregunta no es con quien se relaciona la empresa, sino como construye relaciones. En esta relación, se dan tres variables a tener en cuenta la, legitimidad de los GdI (en nombre de la RSC se pueden hacer peticiones del todo inverosímiles); el poder que tienen; y la urgencia de su demanda. En función de cómo se combinen obtienen modelos diferentes de relaciones, dominantes, decisivas, colladores, peligrosas, discrecionales …

Uno de los grandes problemas de nuestra cultura empresarial es confundir objetivos y propósito empresarial. Según Lozano, sin un propósito (finalidad, misión …) claro, una teoría de los stakeholders no tiene ningún sentido, ni validez. A partir de aquí podemos preguntarnos si la comunidad tiene cabida en nuestro propósito empresarial.

Por último, en la RSE hay un nivel macro que nos lleva a preguntarnos cuál es la agenda de la comunidad, quien la identifica y cómo y por qué una empresa se le debe hacer suya.

Lozano aconsejó seguir las 4 P: compartir el propósito y no sólo los objetivos; compartir los proyectos y no sólo las actividades; tender a hacer partenariados y no sólo intercambios; y tener una mentalidad de proceso y no sólo de contactos.

La presentación del Foro directivo fue a cargo de Daniel Ortiz, miembro de la Junta directiva de Respon.cat y director de RSC y Relaciones institucionales del Instituto Cerdà. Ortiz presentó a Lozano como profesor del Departamento de Ciencias Sociales de ESADE, e investigador senior en RSE del Instituto de Innovación Social. Fue una de las personas que hace unos años concibió que era necesario crear un organismo como el que finalmente ha sido Respon.cat.

Los miembros de Respon.cat pueden solicitar el vídeo del acto a coordinacio@respon.cat